Suelo ir caminando del trabajo a casa. Durante el largo trecho que separa el Estadio de Gran Canaria de mi barrio comencé a pensar en lo que he conseguido a mis veinte años. Sé de buena tinta que hay chicos de mi edad, e incluso más pequeños, que ya poseen ciertas cosas que pueden parecer (o son) bastante atractivas. No es justo. No puede ser justo que prospere la ley del mínimo esfuerzo.
Esta historia es más real y usual de lo que pueda parecer a simple vista. Quizás cambien algunos roles. Puede que él tenga la ESO, que en vez de un BMW sea un turismo de hace diez años, que no sea mala persona... Pero cunde el mismo detonante que a mí, personalmente, me molesta: La Ley del Mínimo Esfuerzo.
No es justo que alguien que no se ha preocupado por tener un futuro bien asentado, se vea recompensado con algunas máximas que a otros tanto les cuesta. Y en mi día a día puedo comprobarlo. Amistades que con el bachillerato, están estudiando un ciclo superior y no pueden sacarse el carné B porque su familia necesita un sueldo más en la casa. Que no tienen tiempo para gastar en salir de fiesta o intentar conocer a alguien porque se pasan el día trabajando y estudiando. No es justo.
Puede que envidie esa vida. ¿Y quién no? Poder conseguir lo que quieres con el mínimo esfuerzo posible es algo que me queda lejos. Y lo peor de todo es que es cierto.
¡Qué mal repartido está el mundo y qué injusta es la vida hoy día!
jj buenas aitor k tal estas ?? (L)
ResponderEliminarno keiro k tes mal k te ogido mucho kariño y veo k tas mal :( tekiero mucho y puede skontar konmigo las horas k kieras jajaj yo komo sabes tbn voy de vez en cuando bien y mal pero tu me ayudaste muchoo (L)(L) jj buenoo kuenta konmigoo teiero muchooo aun apesar k etemos al otro lado del charco jejejej y duerme por las noches ee !!! k voy pa alla y te pego jejeje un besazo tekiero (L)
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