martes, 23 de marzo de 2010

Pensar es recordar

Me gustaría poder iniciar la entrada con alguna buena noticia. Ese tipo de post que explica que ha pasado algo en el día que me ha cambiado, o ha cambiado mi vida. Por desgracia no es así. La noche que me siente frente al ordenador para escribir ese tipo de post, será el más largo de la historia de este blog. Seguro que no pararía de teclear debido a la felicidad experimentada.

Hace unos minutos, cuando me disponía a acostarme, me asaltó una reflexión. No soy feliz, es decir, no me siento contento, alegre, tranquilo, en paz... Pero tampoco estoy depresivo, porque puedo continuar mi día a día. Hay personas que no pueden hacer lo que deben durante el día. Están tan encerrados en su tristeza que no son capaces de moverse, de tener la predisposición para seguir adelante con su vida. Yo, al menos, puedo levantarme cada mañana. Me cuesta un barbaridad pero si no lo hago sé que me sentiré peor. Intento pensar lo mínimo posible, concentrarme en lo que debo hacer a cada momento, no dejar que mi corazón tome el mando de mis sentimientos. Aunque cuando llegan las doce de la noche siempre bajo la guardia y me asalta la cabeza.

La táctica que uso para poder vivir de sol a sol es bien sencilla. A veces es dura de llevar, pero es simple. No hay que pensar. No se debe dar al corazón la posibilidad de que nos recuerde una situación, olor, imagen, etc. Hay que tratar de vivir segundo a segundo. Así nos concentramos en lo que debemos hacer a cada momento y no tenemos otra cosa en mente que no sea lo que estamos haciendo en ese preciso instante.

Quizás por hacer las cosas como las hago esté perdiendo neuronas o capacidad mental. No lo sé. Lo que sí sé es que me siento cansado. Parece ser que escribir desde la cama está dando sus frutos. Mañana toca otro día de rutina. Pero no me quejo, al menos no estoy quieto en casa. Ni "aburrido" desperdiciando horas y horas frente al live messenger y el skype. Es algo que hoy por hoy, no concibo.

Mañana no pararé de moverme de un sitio a otro. Esa movilidad sumada a mi radio/mp3 es suficiente arma para no pensar mientras me desplazo. Espero que mi técnica no me funcione sólo a mí.

P.D.-¡Gracias por haberme regalado un portatil!

0 comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar un comentario con tu opinión o pregunta sobre esta entrada.
No se publicarán comentarios peyorativos, con faltas de respeto, descalificaciones personales o con temática distinta a la que se trata en el artículo


¡ Gracias por comentar en el blog!